
Colores
Curiosamente las versiones sobre su decoración original son tan variadas como disímiles. Las fotos del fabricante (naturalmente en blanco y negro) nos sugieren dos colores separados por una delgada línea negra que remataba en una estilizada curva descenente sobre los frentes. Pero ¿cuáles eran estos colores? Naranja y crema aseguran algunos. Celeste y crema, confirman otros.

Buscando echar luz sobre el asunto acudimos a Miguel A. Pignataro (destacado historiador de nuestros ferrocarriles) quien nos brinda una respuesta concluyente: originalmente vinieron sin pintura, salvo el primero de cada modelo y tres del modelo A que fueron pintados en distintos tonos de gris como se hacía con las locomotoras de vapor para lucir los detalles con nitidez y claridad en catálogos y fotos publicitarias. Como era pintura de buena calidad, no se repintaron inmediatamente y algunos lucieron la monocromática decoración por al menos diez años. Los demás fueron pintados en color terracota y luego de la nacionalización el Roca los pintó en color anaranjado ensanchando la franja negra que recorría los laterales. El Sarmiento también pintó algunos de anaranjado, pero luego se decidió por el plateado con franja azul, decoración que los acompañó hasta sus últimos días.
Reformas

Luego de algunos años los coches tipo «D» (todo furgón) fueron transferidos al Ferrocarril Sud que los equipó con asientos y nuevas ventanas (en mayor cantidad y de menor ancho que las originales) formando dos nuevas clases denominadas “B2” (con comodidades de primera clase) y “A1” con comodidades de segunda clase. A fines de los años ‘60 la unidad número 453 fue convertida en coche oficial en los talleres de Remedios de Escalada incorporando tres pequeños camarotes y adicionado un baño y una cocina.
Una de estas unidades fue curiosamente reformada para ser utilizada en el transporte de carne, eliminando una cabina y reemplazando parte de su estructura por la caja térmica correspondiente.

El final
La incorporación de los coches motor FIAT 7131 a principios de la década del ’60 aceleró el final de los Drewry, con excepción de aquellos que prestaban en servicio en las líneas patagónicas que se mantuvieron activos hasta la clausura de éstas en la década de 1970.
En 1969 cinco coches fueron recuperados y reparados por la firma Castello de Quilmes para ser afectados al ramal Empalme Lobos – Navarro, donde los FIAT descarrilaban con inoportuna frecuencia. Estos fueron los únicos (junto con el O.269, ex 453, convertido en oficial en Remedios de Escalada) que lucieron la decoración rojo/amarillo y techo plateado, y su actuación resultó bastante efímera debido a la clausura del mencionado ramal en 1970.

Después de algunos meses cubriendo el servicio entre Cañuelas y Empalme Lobos fueron finalmente transferidos al depósito Tolosa para ocuparse del servicio entre La Plata y Brandsen por algún tiempo más. Uno de ellos (el RM 354, ex 654) fue reservado para el Museo Ferroviario permaneciendo a resguardo en Empalme Lobos hasta 1993 cuando el Ferroclub Argentino lo trasladó a su sede en Remedios de Escalada donde aguarda su restauración. [Seguir leyendo]

Apasionado por la historia del transporte sobre rieles y su divulgación, impulsó diversas iniciativas editoriales especializadas durante los últimos 25 años. Es miembro de la Asociación Amigos del Tranvía y socio fundador del Círculo Ferromodelista Sud.