
Un año después que el Ferrocarril General Belgrano iniciara las pruebas del sistema Push Pull, el San Martín hizo lo propio interviniendo en talleres Junín el coche F.U. 2572 (Materfer), quitándole los paneles de fricción e instalándole una cabina con dos grandes vidrios enrejados a ambos costados de la puerta, delante del furgón y modificando ese frente añadiendo un reducido miriñaque, bocina, luces reglamentarias de posición y faros de potencia. La sala de conducción se equipó con mandos de locomotora GAIA y demás elementos de operación, que básicamente repiten sus pares de la locomotora. Los cables que lo vinculaban al resto del tren circulaban por un caño fuera del techo. El conjunto se completaba con cinco coches comunes, también reformados en Junín, que presentaban interconexiones entre sí mediante cables ubicados por dentro y conectores en los frentes.
Otra formación fue preparada con el mismo objetivo, esta vez traccionada por la Alco RSD-16 Nro. 8448, cuyo coche cabina experimental era el U. 3605 reacondicionado por Materfer. Si bien al final nunca se lo utilizó era totalmente fuera de lo común. Fue el único prototipo que se realizó sobre un coche sin furgón, siendo al principio absolutamente marrón y su apariencia externa sorprendía. Bien chato de frente producto de la extensión del mismo, en el se preparó su cabina aprovechando uno de los vestíbulos, quitando éste para colocar las ventanas.

Luego de esta etapa experimental, parece ser que el San Martín no quedó conforme con los resultados alcanzados lo que se evidencia en que sólo la anteúltima formación operó diagramada como tren local y al poco tiempo fue desafectada del servicio. Como dato curioso, a fines de 1985 la Nro. 8448 todavía portaba las conexiones para el sistema push-pull.
El F.U. 2572 reformado volvió a su estado original y durante muchos años conservó vestigios de su pasado como cabina; sendos miriñaques, los parantes seccionados para alojar a los vidrios y la falta de fuelle que lo condiciona a funcionar como coche punta fueron mudos testigos del fallido experimento. [Leer a la tercera parte]

Apasionado por la historia del transporte sobre rieles y su divulgación, participó en numerosas iniciativas editoriales especializadas durante los últimos 25 años. Es miembro de la Asociación Amigos del Tranvía y socio fundador del Círculo Ferromodelista Sud.